
El Agave parryi, conocido popularmente como maguey o ágave, es una especie de crasa que crece en los Estados Unidos y en México. Las hojas crecen formando rosetas, y son muy duras, con los márgenes espinosos. Dichas espinas son cortas en el margen, pero tienen una más larga en la punta o ápice. Como adelantábamos, florece una vez antes de morir, produciendo un tallo floral de hasta 3 metros de altura, del cual brotan racimos de flores amarillas.
Se trata de una planta de color verde-grisáceo, un color que contrasta muy bien con el negro de sus espinas. Es por ello por lo que es idónea para romper un poco con el monocolor que suele haber en los jardines.
HÁBITAT. Los agaves son plantas que se cultivan con frecuencia en los jardines secos. Resisten por igual tanto la sequía como el calor extremo, ese que puede llegar a los 45-50ºC de temperatura.
Esta es una especie que puedes cultivar en una rocalla por ejemplo, pero también quedará genial en una maceta de gran tamaño. La única cosa negativa que se puede decir de esta planta es que solo florece una vez en su vida y después se muere, pero hasta que llega el momento pasan unos cuantos años.
BENEFICIOS. El primero de los beneficios del agave orgánico, y especialmente el de la inulina de agave, es su contenido de fibra dietética al 100%. Esto lo convierte en un edulcorante de bajo índice glucémico y altamente nutritivo.
Los expertos en nutrición de néctar de agave orgánico lo recomiendan como un sustituto del azúcar para los diabéticos porque no causa un aumento en el azúcar en la sangre con el que están asociados la mayoría de los edulcorantes tradicionales. Además, el contenido de fibra mejora la salud digestiva porque es un prebiótico, lo que ayuda a fomentar las buenas bacterias de las que dependen nuestros cuerpos. Como resultado, el cuerpo absorbe más calcio y magnesio, mejorando en última instancia la salud ósea.
Uno de los beneficios potenciales para la salud del agave orgánico relacionado con sus propiedades prebióticas es la prevención de formaciones precancerosas en el colon. La investigación en animales indica que la inulina de agave reduce la lipoproteína de baja densidad. La inulina se transporta al intestino grueso sin cambiar, donde fertiliza las bacterias del colon. Algunas especies de bacterias lactobacillus consumen inulina para formar ácidos grasos de cadena corta, utilizados por el hígado para producir energía.
En conclusión, la abundante fibra es solo uno de los beneficios del néctar de agave orgánico, ya que mejora la absorción de muchos minerales y vitaminas.