Es una conífera arbustiva perenne de tipo semi-postrado que puede llegar a alcanzar un metro de altura y de dos a tres metros en anchura. En sus lugares de origen pueden llegar a cubrir hasta los diez metros. Existen diversos cultivares y muchas veces cuesta diferenciar unos de otros. Son ejemplares muy aptos para rocallas, taludes… aunque su porte no llega a ser como el rastrero, es muy empleado también como cubre suelos.
Es una de las especies que se utilizan para restaurar ciertas zonas en terrenos pobres y degradados, ya que además una vez establecidos aguantan periodos muy largos de sequía, al igual que cualquier tipo de ciprés.
HÁBITAT. Son plantas ideales para jardines que requieran de un bajo mantenimiento, así como de escasos riegos, por lo tanto, son ideales para jardines de tipo xerojardín. Siempre, debemos de situar a pleno sol o a lo sumo semisombra, pero nunca en sombra total, para su buen desarrollo les es imprescindible el sol. Suelen ser coníferas algo lentas en su desarrollo.